Los smartphones han llegado a convertirse en uno nuestros
objetos más preciados, o por lo menos el más preciados que llevamos con
nosotros por la calle. Por eso la tendencia natural es la de protegerlos, y si
el cuerpo de los mismos acaba cubierto por una carcasa trasera, la pantalla
también necesita algo de protección extra.
Ahora trataremos justo ese tema, el de cómo proteger la
pantalla de nuestro smartphone contra arañazos y picaduras, e incluso para
prevenir que pueda quebrarse con una caída acabando inutilizada.
Protectores de pantalla, ¿cristal o plástico?
Los modelos de línea más alta suelen contar con un
plus de seguridad en forma de Gorilla Glass o similares, pero para ejercer de
acompañante tenemos en el mercado los conocidos protectores de pantalla. Más
económicos en plástico, más costosos y eficientes en vidrio.
¿Por qué esa diferencia?
Mientras que un protector de plástico logrará evitar
que la pantalla de nuestro smartphone se arañe, posiblemente no será capaz de
evitar que un golpe potente lo traspase. Algo que sí se evitará con el
protector de cristal que, en muchas ocasiones, será más grueso que el de
plástico. Aunque en términos de limpieza y transparencia, el vidrio siempre
será superior. Los de vidrio, por ejemplo, estallan al alcanzar el límite de su
resistencia y libran a la pantalla que protegen de ese estrés, algo que
no ocurre con el plástico. El cristal estalla pero el plástico transmite
casi todo el impacto hacia la pantalla.
Otra diferencia entre el cristal y el plástico es el
tacto. Los dedos no deslizan de igual forma sobre un material y otro y, por
tanto, el cristal es más apreciado como protector para las pantallas de
nuestros teléfonos móviles. Aunque, resumiéndolo todo grosso modo, la
protección que ofrece el vidrio o cristal es mayor que la ofrecida por el
plástico. De ahí el aumento de precio.
La dureza del cristal templado, ¿qué significa 8H ó 9H?
El cristal templado que se emplea para proteger la
pantalla de los smartphones se produce como cualquier otro cristal y, por
tanto, se le puede dar la dureza que uno desee durante el proceso de
construcción. De ahí que muchos fabricantes de protectores presuman de que su
modelo es más resistente que éste o aquél o, simplemente, coloquen el grado
de dureza en las características a promocionar.
Ya hemos establecido la diferencia entre los
protectores de pantalla de cristal y los de plástico, llegando a la conclusión
de que, aunque son más caros, los de vidrio ofrecen una protección superior y,
estéticamente, son más sencillos de conservar. Pero, ¿hay diferencias entre
ellos?
El grosor es una de las diferencias entre los
distintos protectores de cristal del mercado y, sin embargo, no hay un valor
que haga que nos decantemos por uno o por otro. Por lo que más
grueso no es igual a mejor, aunque quizá sí sea sinónimo de menos transparente.
La experiencia táctil, determinante
Ya hemos visto que un protector de cristal ofrece
mayor protección que uno de plástico y que el grosor y la capa oleofóbica
constituyen características más estéticas que funcionales, pero la
experiencia táctil del terminal puede verse determinadas por el cristal
templado que elijamos para proteger nuestro smartphone.
Todos los protectores de cristal ofrecen una buena
experiencia cuando usamos un sólo dedo para interactuar con la pantalla,
transfiriendo bien el toque a la pantalla, pero la cosa cambia cuando
necesitamos acudir a más de una interacción al mismo tiempo. La funcionalidad
multitáctil de la pantalla puede verse afectada por el cristal elegido en base
a su capacidad para transmitir nuestras pulsaciones. El
protector debe ser invisible al tacto y a la vista, y tampoco empeorar la
experiencia de uso.
Algunos modelos más económicos y peor construidos
pueden llegar a producir los conocidos como toques fantasma en la
pantalla al hacer zoom con dos dedos, o al emplear gestos más avanzados
sobre el smartphone. Simplemente porque el cristal no transmite
correctamente nuestra pulsación a la pantalla. Es otro de los inconvenientes de
elegir cristales más económicos o simplemente que no estén diseñados para
nuestro dispositivo.
Trata siempre de adquirir uno para tu móvil
En el mercado podemos encontrar decenas de opciones a
la hora de hacernos con un protector de pantalla de cristal templado. Con miles
de millones de smartphones en circulación, las posibilidades de obtener
beneficios son muy altas y, por tanto, son muchas las empresas que pujan
por colocar su protector en tu terminal.
Por ello, además de encontrar los modelos específicos
para algunos smartphones, encontramos también otros estándar diseñados para
adaptarse a pantallas de determinado tamaño sin importar marca o modelo del
smartphone en cuestión.
Así pues, en la medida de lo posible recomendamos
comprar protectores de cristal específicos para nuestro modelo de terminal. Y
si éste no cuenta con un protector de cristal específico, uno que aparezca en
la lista que menciona el propio fabricante del cristal. Así nos aseguraremos
todo lo posible de que el cristal encajará y cumplirá con su función:
proteger sin que notemos constantemente su presencia.
Conclusión
Os recomendamos no acudir
a los modelos más económicos del mercado. Puede que tengamos suerte y
encontremos un mirlo blanco, un protector barato y con características
de modelos superiores, pero no será lo habitual. Deberíamos movernos siempre por
encima de los 15-18 euros a la hora de elegir un protector si queremos
garantías.
FDO: Víctor
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